jueves, 31 de enero de 2008

Capitulo S/N 4 (leer de abajo hacia arriba)

Todo transcurrió con total normalidad durante esos días, bueno al menos para mi, pues ella estaba en el jodido y bien mentado de madre “darse cuenta”, maltratándose el alma pensando en “que estaba pensando ““enamorarse de un chibolo?”, “mi vida ya está hecha” etc etc, mientras yo andaba por la vida, justificadamente preocupado, preguntándome: “¿ Con quien mierda voy chupar hoy día”?...

Y mis días seguían pasando sin novedad alguna, y sus días se hacían eternos como si las horas se elevaran a su máxima potencia, hasta que me llegó el ya antes mencionado “darnos cuenta” llegó de golpe como un golpe, como llegan las buenas y malas noticias, sin preámbulos y sin compasión, como llega un “estoy embarazada”, un “ganaste la lotería” un “te quedan unos meses de vida”... sin pensar si esto puede cambiar tu vida… pero en fin llegó como tenía que ser… un viernes de agencia de publicidad, como si no fuesen suficiente la tortura psicológica y engreimientos de los clientes con ganas de salir a juerguear pero, según ellos, por “mi” culpa no pueden salir de la oficina.
Ese viernes se despedía de la oficina nuestro introvertido y desapercibido Luis Cabezudo, en los 3 años que Luis estuvo en la agencia paso como el aire pasa por nuestras narices, está pero no te pones a pensar en el, hasta que llegó el momento en que tenía que aportar un poco de acción al menos en la vida de otras personas… en este caso en la mía y en la de Vero…

Verónica se encontraba inusualmente emocionada por la despedida de Luis, por mi cabeza pasaba “Que raro, no sabia que lo valoraban tanto, ojala se esfuerce así el día que yo me vaya de la agencia… “
Fuimos a comprar un Whisky mientras Luis esperaba sin mayor emoción su sorpresiva despedida… de pronto nos encontrábamos en el directorio de la agencia departiendo de la vida, hablando cada vez menos de trabajo, ella tratando de analizarme y encontrarme el defecto que rompería ese tormentoso “gustito”, si tan sólo me los hubiese preguntado yo le hubiese dado un tomo completo del “Porque no enamorarse de Yonatan Benzaquén” pero bueno nunca lo pidió…

lunes, 14 de enero de 2008

Capítulo S/N 3

Esa inesperada metamorfosis cambió por completo nuestros días, las ganas de no cruzar miradas eran tan grandes como nuestras ganas de tocarnos las manos.
Cómo puede ser que 2 personas que se quieren tanto no pudiesen darse cuenta lo que siente uno por el otro, bueno pero así es, quién soy yo para cuestionarlo y quien mierda son ustedes para responderlo… es que es así… nadie tiene la respuesta de nada, cada uno de nosotros es una historia con un final escrito que nadie conoce… no nos queda otra que esperar con optimismo y sin mucha prisa el punto final…
Y así se iba escribiendo nuestra historia con mucha prisa y no hay nada peor que un escritor con horario de oficina.
Ella sintiendo sin saber que siente algo por mi y yo sintiendo sabiendo que no siento nada por mi… sí así de confuso…

Como siempre yo apurándome y queriendo llegar a la mejor parte sin antes a ver pasado por el “darnos cuenta”…

El “darnos cuenta”: etapa de sufrimiento extremo cuando un ser del sexo opuesto empieza a tener sentimientos que traspasan la barrera amical.

El darnos cuenta comenzó sin darme cuenta… un Lunes en la agencia, yo sentado intentando crear un aviso cuando de pronto irrumpió en el directorio con una sonrisa temerosa, por cierto acabo de darme cuenta de esa sonrisa escribiendo este párrafo, diciendo: “Oye amigo alucina que ayer soñé contigo… y te daba un pico” … un pequeño escalofrío empezó a circular mi cuerpo mientras se creaba un silencio que más parecía grito, y brotó de mis adentros una frase que el día de hoy recordamos con cierta gracia envuelta en melancolía… “qué… pesadilla…dices?”…

Todo transcurrió con total normalidad durante esos días, bueno al menos para mi, pues ella estaba en el jodido y bien mentado de madre “darse cuenta”, maltratándose el alma pensando en “que estaba pensando ““enamorarse de un chibolo?”, “mi vida ya está hecha” etc etc, mientras yo andaba por la vida justificadamente preocupado preguntándome: “¿ Con quien mierda voy chupar hoy día”?...