miércoles, 27 de febrero de 2008

Capitulo S/N 5 (leer de abajo hacia arriba)

Seguía la conversación y no pregunten porque pero a medida que pasaban las horas mis nervios se incrementaban considerablemente, empecé a sudar , algo presentía pero no sabía que … en realidad sí pero, la hipótesis de que Verónica Majka, Verito, la bebé de Norma Majka Tomassini y Ricardo Casimiro Majka Milessky, la novia, cuasi mujer, conyugue, esposa de un acaudalado Yupi caresestupido (comprendan que en esta historia no cabe imparcialidad alguna) sintiera algo por mi estaba totalmente descartada.
A la mitad de una sudorosa conversación llegó Nemo, mi practicante de turno, bueno la conversación dejó de ser solamente nuestra y ahora también le pertenecía a Nemo… todo iba bien, mis nervios estaban cada vez mejor hasta que por accidente mi travieso pie roza su blanca pierna, obviamente mi reacción fue inmediata, retiré la pierna como si la hubiese metido en una jaula llena de leones hambrientos, pidiendo las disculpas respectivas como si un inmundo servidor hubiese tocado la pierna de La Reyna de Inglaterra… pero algo inesperado sucedió, una reacción sorpresiva por parte de ella hizo que mi sistema nervioso colapsara…

- ¿Qué pasa huevón acaso te doy asco?- me dijo, con un rostro rabioso
- No,no no … fue una reacción- contesté , con rostro de imbécil.

Era lógico que después de ese pequeño altercado resumiera, más que nunca la sudorosa reunión… no recuerdo que excusa inventé pero aparentemente se la creyeron porque minutos después nos encontrábamos Vero, Nemo y yo en el rojo (carro de Verónica imprescindible personaje de esta historia), llevando a Nemo a su casa, para que se ubiquen Nemo vivía en Vallehermoso Moterrico y yo en el Polo, teníamos que pasar necesariamente por mi casa… lo único que quería era escapar y no se me ocurrió mejor manera que decir: “Entonces me dejas en mi casa y después lo dejas a Nemo”…
Para que dije eso segundos después mis nervios colapsaron por segunda vez en la noche al escuchar su respuesta…

- ¿Queeeeee? ¡que crees que soy tu chofer! – me dijo con rostro rabioso
- Ah ya… contesté con rostro de imbécil por segunda vez.

Una más de esas sorpresas y me muero pensé. Dejamos a Nemo en su casa y emprendimos el recorrido hacia mi casa, señores esto no es un invento, no podía respirar, no sabía que pasaba en ese auto… era obvio que ella tenía algo planeado, esas reacciones no eras normales… hasta que por fin pudimos cruzar algunas palabras…

- Debes creer que estoy loca- me dijo


Otra reacción inesperada? No lo puedo creer, pensé, pasó de ser la sobreprotegida Verito Majka a una Verónica Majka decidida o en todo caso confundida,,,

No para nada, por qué lo dices? – respondí, con la voz entre cortada, como si nada estuviese pasando, como si esa noche fuese una más en mi vida, claro salir con la hija del jefe, 6 años mayor que yo, próxima a casarse, saber que ella siente algo por mi, si por supuesto, cosa de todos los días…

Una brusca frenada y un travieso ¡Ya¡ me hicieron dar cuenta que por fin llegamos a mi casa, mi confundido cerebro contaminado por películas románticas Americanas, en donde estas situaciones tienen que culminarse decididamente frente a la puerta de una casa con un apasionado beso, mandó el impulso y ahí estaba yo, valiente ganador, acercándome a los labios de Verónica y sucedió lo que tenía que suceder, unas frágiles mandos tocaron mi pecho y me alejaron con gran fuerza aproximadamente unos 45 centímetros lejos de ella

- ¿Qué te pasa?...- dijo ella, gracias a Dios con gran calma…
- No, no, no, no , no … nada, porque?, ya me voy,- atine a decir.

Rápidamente me acerque a darle un beso de despedida en la mejilla, como sucede en la vida real y ahora si sucedió algo inesperado, nuestras mejillas una vez juntas parecían que era imposible separarlas fueron los 5 segundos más largos de mi vida, y eso no era todo, nuestros labios estaban tan cerca que si tuviera que darle una denominación a ese beso lo llamaría un be… osea medio beso.
Pasaron los 5 segundos y salí del auto rápidamente...”puta madre parezco la flaca”, pensè…

“En que mierda estás metido Yonatan” me pregunte….